En un artículo publicado por BBC Science Focus este mes, el Dr. Egbert Edelbroek (CEO de SpaceBorn United), manifestó: “Si deseamos tener asentamientos humanos —por ejemplo— en Marte, y si queremos que estos sean independientes, se requiere resolver el desafío de la reproducción ”.
Hasta donde sabemos, nadie ha tenido relaciones sexuales en el espacio y mucho menos que se haya producido una fecundación . La nula o escasa gravedad hacen muy difícil mantener el contacto físico inclusive. Además, en este entorno no está claro si el espermatozoide podrá reunirse con el óvulo. Otro aspecto a considerar es la exposición a la radiación.
En los últimos años, los científicos han desarrollado una serie de experimentos en la Estación Experimental Internacional para entender las condiciones y problemas que tendrían que enfrentar los mamíferos y, en especial, los humanos al reproducirse en el espacio.
Estudios recientes
Un estudio publicado en junio del año pasado por la revista ScienceAdvances (Vol. 7 No. 24) describió un experimento en el cual el esperma liofilizado (deshidratado y congelado) de ratones fueron enviados a la Estación Espacial Internacional. El medio ambiente en la órbita baja terrestre no afectó al esperma. Es más, produjo crías sanas en la Tierra después de su regreso. En una anterior oportunidad, los rusos enviaron ratas de ambos sexos a la órbita a fin de que se reprodujeran. Como resultado, dos de los roedores hembras quedaron preñadas, sin embargo, ninguna dio a luz a un descendiente vivo.
Asumiendo que se produzca la fecundación, cuáles serían los efectos de la microgravedad sobre el embrión en desarrollo. Conocida es la pérdida de masa muscular y ósea que sufren los astronautas en el espacio durante prolongados períodos. La microgravedad puede alterar la distribución normal de líquidos y electrolitos en el cuerpo, lo que podría provocar cálculos y otros problemas renales. Además, el sistema cardiovascular se adapta a estas condiciones reduciendo el volumen sanguíneo y el tamaño del corazón. Es de suponer que la ingravidez afectará inevitablemente al embrión humano.
Nuevas tecnologías y un prometedor actor
SpaceBorn United, una empresa con sede en los Países Bajos, está intentando abordar estos problemas. Para ello, ha desarrollado un micro laboratorio espacial consistente en un dispositivo de fertilización (fertilización in vitro) y una incubadora de embriones miniaturizada. Este micro laboratorio, de la cual ya existe un prototipo, se enviarán al espacio conteniendo células reproductoras masculinas y femeninas.
Una vez ahí (en una órbita baja), los óvulos serán fecundados por medios automáticos y los embriones concebidos se desarrollarán en una gravedad artificial similar al de la Tierra. Después de 5 a 6 días, los embriones se congelarán criogénicamente y regresarán a la superficie terrestre para ser examinados. Si los resultados son positivos se colocarán en un útero natural. De esta forma, el período de embarazo y el nacimiento se producirán en la Tierra.
SpaceBorn United ha planificado muy bien su proyecto considerando inicialmente misiones de validación empleando células de ratón. En subsecuentes misiones se utilizarán células madre humanas embrionarias y, después, células de reproducción. Este proyecto tiene como nombre “Tecnología de Reproducción Asistida en el Espacio” o ARTIS por sus siglas en inglés.
Pasos concretos
El 27 de noviembre del año pasado (2022) se firmó un Memorándum de Acuerdo entre Independence-X Aerospace y SpaceBorn United. Como resultado de ello, el micro laboratorio de SpaceBorn United será llevado al espacio dentro de una cápsula fabricada por la firma Independence-X de Malasia . Esta Compañía espacial ha desarrollado un pequeño cohete llamado “Nano Vehículo de Lanzamiento Dedicado” (DNLV por sus siglas en inglés) con una carga útil máxima de 200 kg y capaz de poner satélites en órbitas bajas.
El 22 de agosto este año la cápsula espacial Independence-X, con el micro laboratorio en su interior, fue sometida a una prueba de caída desde un globo de gran altitud (más de 20 km). Esta sirvió para evaluar el paracaídas, así como la determinación de la absorción de radiación por parte de una muestra orgánica abordo. Esta noticia fue dada a conocer por la revista “Room – Space Journal of Ascardia”.
Otros participantes en la carrera
Otros actores están participando en la carrera por resolver el tema de la reproducción en el espacio. El South China Morning Post anunció en noviembre del año pasado que científicos chinos están planeando enviar monos a su nueva estación espacial Tiangong. La idea es realizar experimentos que contemplen el apareamiento de animales y su potencial reproducción.
La finalidad de estas investigaciones
Somos una especie cuya curiosidad la obliga a expandirse por el cosmos y para ello es imprescindible resolver el tema de la reproducción. Además, abandonar la Tierra es una necesidad debido a que se encuentra expuesta a catástrofes planetarias que amenazan acabar con la especie humana. Stephen Hawking, en su libro “Breves respuestas a las grandes preguntas”, nos dice: “De una manera u otra, considero casi inevitable que una confrontación nuclear o una catástrofe medioambiental arruinará la Tierra en algún momento de los próximos 1.000 años lo que, en términos de tiempo geológico, es un mero abrir y cerrar de ojos. Para entonces espero y creo que nuestra ingeniosa raza habrá encontrado una manera de escapar de los amenazadores lazos de la Tierra y, por lo tanto, sobrevivirá al desastre”.
Tal vez seamos la única especie inteligente de la galaxia, no por singulares, sino porque podríamos ser los primeros o, tal vez, los últimos en esta ventana de tiempo cósmico. Por ello es nuestra obligación mantener nuestra existencia.